La idea de este proyecto surgió de mi experiencia. Estuve viviendo ocho años en Bogotá, Colombia cuándo llegamos a República Dominicana llegué con tres niños muy pequeños, mis hijos se llevan un año cada uno en ese tiempo tenían 2, 3, y 4 años.
Inicié la búsqueda casi de inmediato de un personal que me colaborara tanto en la casa, como con el cuidado de los niños, durante el proceso lloré mucho, sentí mucha desesperación y angustia porque todas las personas que encontraba ya sea porque alguien me la refirió, una amiga, un vecino, me daba cuenta que podían tener buena voluntad o buena actitud para trabajar, pero no tenían las herramientas necesarias para realizar un buen trabajo.
En el medio del caos me detuve un momento y declaré que iba a redireccionar mi carrera para formar un centro de capacitación para las empleadas del hogar y niñeras.
Este proyecto se convirtió en mi inspiración, mi esfuerzo y dedicación, mi sueño.
Mi objetivo principal era poder ayudar a las madres que estaban pasando por las mismas situaciones de desesperación y angustias, de no tener una mano en casa.
En mi búsqueda me encontré en mi camino con Emily le conté con mucho entusiasmo acerca de la idea de este proyecto y ella quedó fascinada desde ese café nos reunimos todos los días durante un año completo armando y estudiando cómo formar cada taller de capacitación, entre las dos pudimos desarrollar más de 15 talleres, todos dirigidos a empleadas del hogar y niñeras.
Así inició Top Nanas lo que hoy es una mano en casa para las familias dominicanas.
Larissa Isa González
Estaba en un punto de transición en mi vida donde empezaba a darme por vencida ya que había intentado con muchos negocios y todos intentos fallidos. Estaba en búsqueda de crecimiento, trabajo, pasión, e independencia económica pero no lo lograba.
Justo en ese momento en que ya había decidido desistir por lo menos por un tiempo pues tuve la dicha de conocer a Larissa porque coincidíamos en el mismo centro de Estimulación Temprana donde teníamos a nuestros hijos.
Hubo cierta química y nos animamos a salir juntas a tomarnos un café y fue ahí donde Larissa se animó a hablarme de este proyecto que tenía guardado ahí y su sueño de capacitar a nuestras empleadas del hogar, me encantó y no lo pensé, fue muy natural, decidí lanzarme junto a ella, lo demás es historia.
Desde entonces diseñamos nuestros talleres de capacitación dirigido a las empleadas del hogar y más adelante propuse ampliar nuestros servicios a través del Reclutamiento de personal del hogar. Ha sido un camino de muchos retos, crecimiento, alegrías, tristezas, de todo ha habido, pero del cual no me arrepiento.
Hoy puedo decir con certeza: “No es a mi tiempo, es al tiempo de Dios” y estoy muy agradecida por ello.
Emily Guerrero
1 de noviembre de 2020